Jairo Aníbal Niño, el escritor de literatura infantil, con el que muchos se enamoraron y soñaron, murió en la mañana de ayer. Su despedida, más que un adiós, es un montón de preguntas y poemas que se siguen leyendo.
Mónica Quintero Restrepo | El Colombiano - Medellín | Publicado el 31 de agosto de 2010
Tal vez desde el apellido empieza el cuento de Jairo Aníbal Niño. Solo un niño, o alguien con corazón de niño, podría escribir que el sol no puede escaparse porque está amarrado a la pata de la cama del universo.
Y entonces, que un pequeño de esos que ya sabe leer, o un grande que se emociona con las letras, esboce una sonrisa y comprenda que el sol, en efecto, como lo escribió Jairo Aníbal en los Papeles de Miguela, es una pulga gigantesca.
El escritor de los niños, que enamoró a más de tres generaciones con sus poemas y preguntas, dijo adiós en la mañana de ayer.
Tenía 69 años y desde hace algún tiempo presentaba una serie de dolencias, entre ellas, problemas respiratorios. El viernes entró a urgencias en el hospital San Ignacio, en Bogotá, donde permaneció en cuidados intensivos. Allí murió.
Los mensajes fueron todo un cuento en la web. Tristes se declararon muchos por el escritor que los acompañó a crecer. Malutota, en Twitter, escribió: "(Jairo Aníbal Niño era mi escritor favorito cuando era peque. Ya estamos grandes". Y DarwinGonzalezS prefirió las palabras del poeta: "-Paula, ¿usted sabe qué es una oveja? -Sí. La oveja es una nube con paticas".
Jairo Aníbal Niño hizo todo un mundo, en palabras sencillas, pero contundentes. "Supo llegar al corazón, al sentimiento tanto de grandes como de chicos. Hay autores que emocionan por lo complejo de la trama, pero hay otros que te conmueven por la fuerza de los sentimientos que llevan los personajes", señaló Conrado Zuluaga, editor general de Panamericana, editorial que le publicó muchos de sus libros.
La mayoría de su obra es literatura infantil, con más de 40 libros que escribió en 33 años dedicado a ello. Zoro, La alegría de querer y Preguntario son tres de los preferidos. Con los dos últimos fue nominado al Premio Hans Christian Andersen, considerado como el Nobel de la literatura infantil. Muchas de sus obras han sido traducidas a más de 20 idiomas.
"No vivía en este mundo. Vivía soñando para los niños", dijo la ministra de cultura Mariana Garcés.
Sin embargo, el escritor, que nació en Moniquirá, Boyacá, también se destacó en otras áreas artísticas como el teatro, con obras como El golpe de Estado, El monte calvo o Las Bodas del hojalatero. Con decir que hasta fue pintor, titiritero, dramaturgo y actor.
Con Jairo Aníbal Niño se enamoraron, se enamoran y se enamorarán muchos. Sus obras no tienen tiempo, ni espacio, y derriten al que las leen.
Escribió en Preguntario: "¿Ausencia? No te pongas triste muchacha. Él, que está lejos, se ha acercado una vez más en las manos del viento que te acaricia".
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