Por Luis Alberto Villamarin Pulido
Para quienes decían que Tirofijo era el criminal con insaciable sed de sangre mientras que Cano encarnaba la esperanza para negociar la paz en Colombia, el aberrante episodio de las recientes pruebas de supervivencia con víctimas encadenadas como fieras, dejó claro que las Farc son una organización fundamentalista del terror, que mira con desprecio al resto de la humanidad, y que como lo ha dicho muchas veces el mono Jojoy, a las farc les importan un carajo la Constitución y las Leyes..
En la práctica, no hay ninguna diferencia entre los talibán que decapitan secuestrados frente a las cámaras de televisión e inclusive transmiten las imágenes por Internet, y las Farc con los secuestrados obligados por las circunstancias a posar ante las cámaras, con cadenas al cuello, para certificar que todavía están vivos a pesar de las innumerables torturas y vejaciones que padecen en el cruento cautiverio..
La actitud despectiva de las Farc ante las obvias críticas que sobrevendrían cuando el mundo entero viera a los secuestrados sometidos a tratos infrahumanos, indica que a los terroristas solo les importa imponer por la fuerza el dogmatismo comunista, que las famosas reglas humanitarias que tanto promulgan son sofismas de distracción y que la conjura internacional contra Colombia encabezada por Lula, Chávez y Castro sigue en pie.
Llama la atención que ni Colombianos por la Paz, ni Unasur, ni el Alba, se manifiesten al respecto. Estos sensibles mamertos muy dados a pedir "justicia social y paz" de manera intencional olvidan que los terroristas de las Farc asesinan la vida en primavera, que las cadenas de la ignominia contra seres inhumanos indefensos y privados de la libertad en campos de concentración son muestra fehaciente del desprecio fariano por la vida humana, y, que para las Farc, el Partido Comunista y los demás compinches, el secuestro con fines terroristas que perpetran las Farc, es una práctica legitimada de "lucha revolucionaria".
Descarada y grotesca, Piedad Córdoba no solo juega con el dolor de las víctimas mediante la manipulación intencional de las pruebas de supervivencia y la persistente intencionalidad de legitimar a las Farc pese a al terrorismo que practican sus estructuras, sino que también despotrica del Presidente Uribe, juega con el desencanto del pueblo colombiano, usufructúa las mieles de su inmerecido cargo y ofende a Colombia cada vez que le da la gana.
Pese al fracaso de los conjurados de Unasur en Bariloche, Lula que demuestra la doble moral del bandido agazapado, dice por un lado que le preocupa la presencia militar norteamericana en Colombia y la consecuente mejoría del potencial bélico colombiano, pero al mismo tiempo, adquiere tecnología nuclear francesa con fines militares y compra armas de nueva generación avaluadas en millones de dólares.
Y todo ese sainete coincide con la carta de Cano a Unasur pidiendo la presión por la paz comunista en Colombia, la payasada de Chávez en Madrid al pedir que haya negociación con las Farc y rechazo a la ayuda americana, etc, etc...
Es hora de poner los puntos sobre las íes. Ni Unasur, ni las Farc, ni ninguno de sus compinches ha cesado en el empeño de querer esclavizar a Colombia. Por el contrario, los terroristas y sus asesores inmersos en mentalidades arcaicas, empecinados en trasladar a toda Latinoamérica el lamentable experimento totalitario de la dictadura cubana, siguen aferrados a la idea de instaurar un gobierno marxista-leninista en Colombia.
Por esa razón, de manera autista, irreverente y despectiva ante el mundo en especial las organizaciones internacionales a las que pretenden manipular mediante propaganda persistente, las Farc enviaron las pruebas de supervivencia con los secuestrados atados a cadenas de ignominia.
Y como era de esperarse, Piedad Córdoba candidata presidencial de Chávez y las Farc, como consta en los computadores de Raúl Reyes, tuvo el descaro de trasladar la responsabilidad del secuestro al gobierno nacional.
En síntesis, mientras a Correa, Chávez, Lula, Morales y los demás complotados solo piensan en legitimar a las Farc, darles embajadas y vapulear a Colombia; Piedad Córdoba piensa en ser presidenta a costa del dolor de las víctimas; Cano piensa en tomarse el poder para instaurar el comunismo terrorista, los ilusos suponen que terroristas crueles e inhumanos como Cano van a cambiar de pensamiento, pero los secuestrados siguen expuestos a dantescas torturas en la espesura de la selva.
Nunca antes la estabilidad institucional y la pervivencia de la república habían estado tan agredidas y amenazadas. Solo la unión de voluntades en torno a un verdadero propósito nacional de erradicar el terrorismo y sentar las bases de un sistema justo, equitativo y solidario de vida, podrá sacar a Colombia del atolladero en que la han sumido los comunistas y su brazo armado, los narcotraficantes y los dirigentes politiqueros corruptos adscritos a las colectividades tradicionales.
Pero, también se necesita que el vecindario de Colombia evolucione, pues con vecinos retrógrados de pensamiento político como Lula, Chávez, Correa, Evo u Ortega, no hay esperanza diferente a la miseria comunistoide en la región.
Y así, Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y los tigres asiáticos se alejarán mas de la escindida región, porque los arcaicos izquierdistas actuales dividen y retrasan en lugar de sumar y progresar. He ahí la cruda realidad.
Para quienes decían que Tirofijo era el criminal con insaciable sed de sangre mientras que Cano encarnaba la esperanza para negociar la paz en Colombia, el aberrante episodio de las recientes pruebas de supervivencia con víctimas encadenadas como fieras, dejó claro que las Farc son una organización fundamentalista del terror, que mira con desprecio al resto de la humanidad, y que como lo ha dicho muchas veces el mono Jojoy, a las farc les importan un carajo la Constitución y las Leyes..
En la práctica, no hay ninguna diferencia entre los talibán que decapitan secuestrados frente a las cámaras de televisión e inclusive transmiten las imágenes por Internet, y las Farc con los secuestrados obligados por las circunstancias a posar ante las cámaras, con cadenas al cuello, para certificar que todavía están vivos a pesar de las innumerables torturas y vejaciones que padecen en el cruento cautiverio..
La actitud despectiva de las Farc ante las obvias críticas que sobrevendrían cuando el mundo entero viera a los secuestrados sometidos a tratos infrahumanos, indica que a los terroristas solo les importa imponer por la fuerza el dogmatismo comunista, que las famosas reglas humanitarias que tanto promulgan son sofismas de distracción y que la conjura internacional contra Colombia encabezada por Lula, Chávez y Castro sigue en pie.
Llama la atención que ni Colombianos por la Paz, ni Unasur, ni el Alba, se manifiesten al respecto. Estos sensibles mamertos muy dados a pedir "justicia social y paz" de manera intencional olvidan que los terroristas de las Farc asesinan la vida en primavera, que las cadenas de la ignominia contra seres inhumanos indefensos y privados de la libertad en campos de concentración son muestra fehaciente del desprecio fariano por la vida humana, y, que para las Farc, el Partido Comunista y los demás compinches, el secuestro con fines terroristas que perpetran las Farc, es una práctica legitimada de "lucha revolucionaria".
Descarada y grotesca, Piedad Córdoba no solo juega con el dolor de las víctimas mediante la manipulación intencional de las pruebas de supervivencia y la persistente intencionalidad de legitimar a las Farc pese a al terrorismo que practican sus estructuras, sino que también despotrica del Presidente Uribe, juega con el desencanto del pueblo colombiano, usufructúa las mieles de su inmerecido cargo y ofende a Colombia cada vez que le da la gana.
Pese al fracaso de los conjurados de Unasur en Bariloche, Lula que demuestra la doble moral del bandido agazapado, dice por un lado que le preocupa la presencia militar norteamericana en Colombia y la consecuente mejoría del potencial bélico colombiano, pero al mismo tiempo, adquiere tecnología nuclear francesa con fines militares y compra armas de nueva generación avaluadas en millones de dólares.
Y todo ese sainete coincide con la carta de Cano a Unasur pidiendo la presión por la paz comunista en Colombia, la payasada de Chávez en Madrid al pedir que haya negociación con las Farc y rechazo a la ayuda americana, etc, etc...
Es hora de poner los puntos sobre las íes. Ni Unasur, ni las Farc, ni ninguno de sus compinches ha cesado en el empeño de querer esclavizar a Colombia. Por el contrario, los terroristas y sus asesores inmersos en mentalidades arcaicas, empecinados en trasladar a toda Latinoamérica el lamentable experimento totalitario de la dictadura cubana, siguen aferrados a la idea de instaurar un gobierno marxista-leninista en Colombia.
Por esa razón, de manera autista, irreverente y despectiva ante el mundo en especial las organizaciones internacionales a las que pretenden manipular mediante propaganda persistente, las Farc enviaron las pruebas de supervivencia con los secuestrados atados a cadenas de ignominia.
Y como era de esperarse, Piedad Córdoba candidata presidencial de Chávez y las Farc, como consta en los computadores de Raúl Reyes, tuvo el descaro de trasladar la responsabilidad del secuestro al gobierno nacional.
En síntesis, mientras a Correa, Chávez, Lula, Morales y los demás complotados solo piensan en legitimar a las Farc, darles embajadas y vapulear a Colombia; Piedad Córdoba piensa en ser presidenta a costa del dolor de las víctimas; Cano piensa en tomarse el poder para instaurar el comunismo terrorista, los ilusos suponen que terroristas crueles e inhumanos como Cano van a cambiar de pensamiento, pero los secuestrados siguen expuestos a dantescas torturas en la espesura de la selva.
Nunca antes la estabilidad institucional y la pervivencia de la república habían estado tan agredidas y amenazadas. Solo la unión de voluntades en torno a un verdadero propósito nacional de erradicar el terrorismo y sentar las bases de un sistema justo, equitativo y solidario de vida, podrá sacar a Colombia del atolladero en que la han sumido los comunistas y su brazo armado, los narcotraficantes y los dirigentes politiqueros corruptos adscritos a las colectividades tradicionales.
Pero, también se necesita que el vecindario de Colombia evolucione, pues con vecinos retrógrados de pensamiento político como Lula, Chávez, Correa, Evo u Ortega, no hay esperanza diferente a la miseria comunistoide en la región.
Y así, Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y los tigres asiáticos se alejarán mas de la escindida región, porque los arcaicos izquierdistas actuales dividen y retrasan en lugar de sumar y progresar. He ahí la cruda realidad.