Sunday, November 22, 2009

De regreso
No nos consta... Por Tola y Maruja

21 de Noviembre de 2009

— Oítes Tola, te noto como atembada, con los ojos en la trastienda… ¿Dormites mal o qué?

— Anoche tuve una pesadilla tan perezosa… Figurate Maruja que soñé que se prendía la guerra con Venezuela y que ese muérgano de Chávez nos tiró la bomba tómica y no quedamos vivas sino vos y yo y Uribe… y las cucarachas.

— ¿Las cucarachas? ¡Sagrado Rostro! ¡Gas!

— Chávez nos cogió como quien dice con los calzones abajo y nadie tuvo tiempo de volarse pa Mayami.

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— O sea que nadie tomó en serio a Chávez hasta que ¡Pum!

— Es que todos estábamos muy tranquilos porque la guerra era solamente verbal… Pero llegó el momento en que Chávez se quedó sin insultos pa Uribe… Se quedó tan descaso, que echó mano de insultos infantiles: mamasanta, nalguibajito, cuatrojos, carrielón, filipichín, ñaña de Obama…

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— ¿Y qué dijo Obama?

— Callado la boca, quizque porque a Estados Unidos no le gusta meterse en los asuntos internos de los países que invade.

— Lo irónico sería que Chávez hubiera tenido que importar insultos de Colombia.

— Yo nunca me imaginé que una bomba tómica fuera tan dañina, Maruja bendita… Con decirte que Colombia quedó planita y toda de tierra caliente.

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— ¿Desapareció Bogotá?

— Puu… Fue la primera borrada del mapa: es que la capital está más cerca de las estrellas, pero por lo mismo más cerca de los misiles.

— Ve Tola, ¿y por qué sobrevivimos solamente nosotras dos y Uribe?

— Pues vos y yo porque teníamos un paraguas de plomo, pañueletas antirradiación y carteras de titanio… Y Uribe, de debuenas.

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— Me supongo la alegría de Álvaro ya solito pa hacerse la Constitución que le provocara.

— Ni tanto… Así y todo, partiendo de cero como Adán en el Génesis, vieras lo demócrata que resultó Uribe: pa Fiscal armó una terna con nosotras dos y él mismo.

— ¿Se ternó él mismo?

— Es que le tocó obligado, pa cumplir la ley… Inclusive pensó en nominar una cucaracha, pero el bicho resultó con antecedentes.

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— ¿Y quiénes eran la Corte Suprema?

— Nosotros tres… Pero Uribe muy honesto se declaró impedido, entonces nosotras dos nombramos un conjuez: él… Y por aclamación lo descogimos a él como Fiscal.

— Al menos por aparentar una de nosotras debió votar en blanco.

— Todo iba viento en popa hasta que Álvaro nos dijo muy preocupao: Hijitas, no aguanto la presión internacional dizque porque no tengo oposición… No hay de otra: una de ustedes me la tiene que hacer… ¿Cuál se le mide?

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— ¿A quién le tocó?

— Pues a vos… Ni boba que yo fuera, que siendo la dueña del sueño me tocara ser la mala del paseo… Entonces cómo te parece que integramos el Congreso de la República, también los tres, él y yo de bancada oficialista y vos de minoría… Y se presentó una moción de censura al ministro de Agricultura, que era el mismo Uribe, porque vos lo acusabas de no sé qué… Y estábamos en pleno debate cuando a vos te dio por ir al baño y Álvaro y yo aprovechamos y ¡zuáquete! votamos… Qué aplanada te pegamos.

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— Ole Tola, ¿y por qué había ministro de Agricultura si se supone que esto quedó vuelto un peladero?

— Por lo mismo que tenemos ministro de Transporte sin haber carreteras… Te termino de contar: la pesadilla se compuso cuando Álvaro me llamó aparte y me dijo: Hijita, hay que volver a poblar a Colombia… Tocó usté y yo.

— Pobre Álvaro… Y sin modo de aplazar el disgustico… Atrapao sin salida… ¿Pero antes te convidó a cenar? ¿Fue romántico?

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— Yo estaba que bailaba en una sola pata… Pero adiviná Maruja qué me despertó: una pedrada en el vidrio que tiró un zumbambico hincha del Santa Fe, que estaban protestando porque se ganaron un campeonato y nadie les supo dar razón de qué campeonato se trataba.



Fuente: www.tolaymaruja.com ©

Tuesday, November 10, 2009

El muro de Chávez


A veinte años de la caída del infame Muro de Berlín, el mundo, en especial Latinoamérica, observa cómo cada día está más cerca la creación de otra de estas vergonzantes murallas que dividen pueblos hermanos, humillan su voluntad y crean barreras absurdas que jamás debieron existir.

Me refiero al virtual muro creado por Chávez para cerrar la frontera con Colombia. El "Muro de Chávez" cada día es más real y peligroso. Asombrados vemos el endurecimiento de una frontera antes abierta, amigable y fructífera. Allí, donde por tradición ha existido comercio e intercambio entre familias y pueblos, sin problema ni conflicto, hoy se vive en total zozobra.

Paso a paso, Chávez ha ido creando un murallón entre nuestros países hermanos, que si aún no es de concreto, ladrillo o piedra, sí es de odios, insultos y amenazas. Bien sabemos que a veces son más graves y dolorosos los muros creados con palabras que los creados con cemento.

Es rara la vez que Chávez no utiliza los micrófonos de su inflamatorio programa "Aló Presidente" para arremeter contra Colombia con toda clase de acusaciones fantasiosas o claramente ficticias.

De ocasionales cierres de la frontera, que se han ido sucediendo desde el comienzo del gobierno de Chávez en Venezuela, hoy se ha escalado a una casi parálisis total del movimiento entre las dos naciones. La situación en la frontera colombo-venezolana, antes fluida y de mutuo provecho, hoy se ha convertido en un polvorín, que con cualquier mecha se puede prender.

A diario hay las noticias y fotos de familias atravesando de un lado a otro de la frontera por entre matorrales, saltando tapias, o cruzando el río a pie. Vigilados por guardias armados que aún no se atreven a disparar, pero que de seguir las cosas así, no demorarán en hacerlo. ¿Y ¿entonces qué? ¡Sangre y bala entre hermanos! ¿Es esto lo que quiere Chávez? Es un falso nacionalismo lo que está promoviendo este avezado alumno de Fidel Castro.

Chávez quiere con esta camorra constante contra Colombia y los colombianos, tender una venda sobre los ojos de los venezolanos para que no vean lo que está sucediendo en su propio país.

Para que no vean cómo cada día pierden más derechos y su Presidente cierra sobre ellos un cerco al estilo soviético, al modelo de la revolución comunista que mantuvo a naciones enteras sometidas y dividió a Berlín, sus gentes y familias con ese ominoso muro.

Ojo venezolanos, que no sean ustedes los próximos en perder sus libertades y ser encerrados detrás de un muro infame.

Ojo países del mundo libre, tomen conciencia del riesgo para la paz que significa el escalamiento infundado de tensiones en la frontera colombo-venezolana.

Wednesday, November 04, 2009

Chávez: artillería de mentiras

El desespero del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por provocar una reacción airada de Colombia que le sirva a sus intereses de desviar la atención sobre la situación interna de su país, contrasta con el silencio diplomático, que no miedo, con que el Gobierno del Presidente Uribe ha afrontado esta arremetida de calumnias y provocaciones. No hay que caer en la trampa.

Buscando que alguien pique el anzuelo al otro lado de la frontera, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, mandó toda la artillería de provocaciones y acusaciones contra Colombia y puso en fila india a su ejército de áulicos: el vicepresidente, el ex vicepresidente que tiene programa de radio, el canciller, el ministro del Interior, los militares y, por supuesto, los ventrílocuos del vecindario.

No contaba Chávez, y eso lo saca aún más de casillas, con que Colombia hace rato aprendió la lección de no acudir a la diplomacia del micrófono, si es para responder insultos, calumnias y cortinas de humo, tal como viene sucediendo con Chávez a quien, con la misma rapidez con que se le cayeron los precios del petróleo, se le trepó la inseguridad y le crece el descontento popular.

Lo otro, y era previsible porque cada uno de sus súbditos quiere quedar bien con el jefe, es que ni el vicepresidente venezolano, Ramón Carrizález, ni el ministro del Interior, Tarek El Aissami, se han podido poner de acuerdo sobre la autoría de la masacre de los ocho colombianos en Táchira, hace dos semanas, y de los dos guardias, en la zona fronteriza con Cúcuta, antier. Mientras Carrizález señaló como responsables del primer hecho a los paramilitares, El Aissami dijo no tener información, y Chávez se despachó contra el gobernador del Táchira cuando éste culpó de los hechos a la guerrilla del Eln.

Es más, vista la forma en que se adelantan las investigaciones en el vecino país y ante la negativa de permitir la presencia de los organismos judiciales de Colombia en Venezuela, queda claro que dar con los responsables no es la prioridad de Chávez, porque tendría que encontrar otra excusa para atacar al Presidente Álvaro Uribe y seguir vendiendo la idea de que hay un "plan desestabilizador" contra su país, orquestado por Estados Unidos desde el nuestro.

No es coincidencia, ni mucho menos una posición de demócrata, como la quiere vender en la región, que toda esta alharaca de Chávez se haya dado antes, durante y después de que Colombia confirmara su intención de firmar un acuerdo complementario de cooperación en defensa y seguridad con Estados Unidos, como instrumento para combatir el narcotráfico y el terrorismo. Eso es, de fondo, lo que tiene al "Comandante" disparando con regadera, lo que no es menos peligroso que querer esconder una realidad: la presencia en su territorio de grupos armados ilegales y narcotraficantes que están huyendo de la persecución implacable y sostenida del gobierno colombiano.

Hace rato, con total diplomacia y seriedad, Colombia ha entregado a Venezuela información precisa y detallada de la presencia de líderes de la guerrilla al otro lado de la frontera. La respuesta ha sido la agresión verbal y las amenazas de romper relaciones comerciales y diplomáticas, cuando todo el mundo espera acciones contundentes y claras contra las Farc, el Eln y todos los grupos delincuenciales que aprovechan esa frontera porosa.

O por lo menos, que toda esa fuerza bélica que ahora ha ordenado desplazar a la línea limítrofe con Norte de Santander para arremeter contra los ciudadanos de a pie de ambos países, hubiera sido la misma que llevara a la frontera con Arauca, cuando se fugó alias Pablito, del Eln, o a la zona del Perijá, horas después de que alias Iván Márquez, de las Farc, abandonó el Palacio de Miraflores como negociador en la liberación de algunos secuestrados en su poder.